Fresco y vivo, con un tono verde vivo, la versatilidad del orégano lo ha convertido en una hierba conocida en todo el mundo, y funciona estupendamente con una amplia variedad de comidas. Hay seis tipos de este miembro de la familia de la menta, así como muchas variedades, y todas se desarrollan especialmente bien en climas cálidos. El componente clave es el carvacrol, parte del aceite esencial responsable del sutil sabor medicinal de la hierba.
Perfil de sabor
Conocido por su aroma a tierra, el orégano es ampliamente reconocible por su dulce olor y es la firma de la cocina italiana. Los preciados aceites esenciales ofrecen un fuerte aroma floral y a la pimienta, pero son muy delicados, por lo que al cocinar asegúrese de no añadir el orégano hasta el final para garantizar el máximo impacto; si se añade pronto, se podría quemar lo que le haría perder intensidad.
Para conservar más aceites esenciales en nuestro orégano, solo lo obtenemos de productores mediterráneos y luego recogemos y secamos delicadamente cada cosecha en el mismo día para asegurarnos de que nuestro orégano mantiene más ese sabor inconfundible y un color más fresco y verde.
Mejor en…
El orégano se encuentra más normalmente en la cocina mediterránea, y va muy bien con pizzas y pasta. Para una sabrosa salsa de hierbas que vaya bien con el pollo o el cerdo, añadir crema, vino blanco, caldo y cebolla picada. Esparza aceite de oliva, zumo de limón, sal y orégano sobre el pollo o cordero antes de asarlo para un plato delicioso lleno de sabor. De un toque a las verduras asadas con una pizca o dos de orégano, o añádalo al ajo para una combinación celestial.
La hierba también ha encontrado su sitio en los platos mexicanos, ya que su sabor refrescante puede templar hasta los platos más ardientes. Un ingrediente clave en el chile, también es genial en tacos, o esparcido sobre el chorizo y en los burritos. Va especialmente bien con especias tibias como la canela y el comino. Un gran consejo es rehidratar el orégano con un poco de agua o aceite antes de usarlo; este simple truco avivará la hierba, asegurando su máximo sabor.
Historia
Aunque se ha asociado mucho a la cocina italiana, la palabra «orégano» procede en realidad del griego antiguo, lo que hace más probable que fuese descubierto aquí y no al otro lado del Mar Jónico. La leyenda cuenta que Afrodita, la diosa griega del amor, creó la hierba y se volvió tan venerada que se coronaba a los recién casados con coronas de orégano para bendecirlos con felicidad.
Previamente había sido apreciada por sus propiedades curativas, con la conquista romana de Grecia se llevó a la cocina y pronto se convirtió en un habitual de los platos de carne y pescado, e incluso del vino.
Aunque siguió siendo conocido en toda Europa a lo largo de los siglos, el orégano fue relativamente desconocido en América hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados que estaban en el extranjero la llevaron a casa. Hoy en día el orégano es ampliamente usado como un condimento delicioso de la pizza.
¿Sabía que…?
- La palabra orégano deriva de las palabras griegas «oros» (montaña) y «gan-» (alegría), que en líneas generales se traduce como «la alegría de la montaña».
- Los antiguos griegos a menudo permitían que las vacas pastasen en campos de orégano creyendo que esto haría que la carne estuviese más sabrosa.
- Un arbusto de orégano puede crecer hasta los 80 cm de altura.